Sobre mí

Desde siempre, tuve claro que quería estudiar algo relacionado con las personas. Empecé mi camino en Bachillerato de Ciencia, pensando que lo mío era la Psicología, porque siempre me ha intrigado entender como pensamos y sentimos. Pero al ir explorando más opciones, descubrí Terapia Ocupacional, que me hizo sentir muy cerca de lo que me apasiona: estar con las personas mayores, ayudarlas y hacer que su día a día fuera mejor. Me ilusionaba muchísimo la idea de trabajar en residencias y acompañarles.

Sin embargo, no entré en ninguna de esas dos carreras, y aunque al principio sentía que había perdido mi rumbo, pronto me di cuenta de que todo sucedió por una razón. Lo que realmente me define es mi empatía, el deseo de ayudar a los demás y eso me llevó a elegir Educación Social. Aunque no sé aún en qué rama me especializaré, porque todas me parecen tan enriquecedoras, lo que más me mueve es la posibilidad de hacer el bien a todas las personas, sin importar su historia ni su situación. 

Estoy profundamente agradecida por haber encontrado esta carrera, porque es exactamente lo que necesitaba. Siento que el destino me la tenía preparada, y cada día me doy cuenta de lo afortunada que soy por estar aprendiendo tantas cosas que me abren los ojos al mundo y a las necesidades de los demás. Lo más bonito que me está enseñando es a ver a las personas de manera pura, sin juicios ni diferencias, entendiendo que todos tenemos algo valioso que aportar.

Como dijo Maya Angelou: “He aprendido que la gente olvidará lo que dijiste, olvidarálo que hiciste, pero nunca olvidará cómo les hiciste sentir.” Eso es lo que quiero lograr: dejar una huella positiva en las personas con las que me cruce. Y aunque el camino no siempre sea fácil, sé que estoy exactamente donde debo estar.

Nerea Coria Carretero.