IA-MÁSTER

Siempre he sentido que mi propósito está en el acompañamiento, en estar ahí para quien más lo necesita, sin esperar nada a cambio, solo mejoría. Por eso elegí la carrera de educación social, porque creo profundamente en el poder de la escucha y en el impacto que tiene el estar presente en los momentos más difíciles. Pero, ¿y si tuviéramos una herramienta que pudiera mejorar esa ayuda? La inteligencia artificial no puede sentir ni vivir como nosotros, pero puede ser ese apoyo extra que marque la diferencia. Hoy quiero centrarme en cómo la IA, y en especial ChatGPT, puede ser un recurso que haga más llevadero el proceso de dejar atrás las drogas, un camino largo y muy complicado.

Aunque mi enfoque principal está en las drogas, sé que la IA tiene mucho potencial para ayudar en muchos otros ámbitos. Las ideas y recursos que he encontrado con la ayuda de ChatGPT no solo son útiles para las personas con adicciones, sino que también pueden marcar la diferencia en otros ámbitos de la vida, donde el acompañamiento y la ayuda son claves.






Para mejorar la educación social, es importante adaptarnos a los tiempos actuales. La inteligencia artificial, como ChatGPT, puede ayudarnos a crear recursos personalizados que den apoyo emocional constante, algo que muchas veces falta en los procesos de recuperación. Algunas de las ayudas que ChatGPT me ha propuesto son: las tecnologías como la realidad aumentada o la realidad virtual, debido a que podrían ser herramientas poderosas para simular situaciones difíciles y ayudar a las personas a practicar habilidades sociales, cómo resolver conflictos o gestionar sus emociones en un entorno controlado.

También  la gamificación, con aplicaciones y juegos interactivos, puede ser muy útil para enseñar y reforzar habilidades en procesos educativos y terapéuticos. Y la telemedicina es otro recurso que puede hacer mucho, permitiendo brindar apoyo psicológico a distancia, sin importar donde estés.

Además, crear plataformas online donde educadores, psicólogos y terapeutas puedan compartir recursos y experiencias en tiempo real, fortalecería mucho las redes de apoyo. Y mejorar la educación emocional a través de plataformas digitales también podría ayudar a que las personas aprendan a gestionar sus emociones y prevenir conflictos.







En mi trabajo sobre cómo la IA puede ayudar a las personas con drogodependencia, una de las actividades que encontré con la ayuda de ChatGPT es 
"Parada Activa: El Control en el Momento"

Esta actividad está pensada para dar a las personas el control en esos momentos en los que sienten la tentación de recaer.

La idea es simple pero muy efectiva: a través de una app, la persona tiene acceso a un botón de "parada" cuando siente el impulso de recaer. Al presionar ese botón, la app ofrece sugerencias rápidas, como ejercicios de respiración, hablar con alguien de confianza o hacer una pequeña actividad para distraerse. También se les da un espacio para reflexionar y pensar con calma sobre lo que están sintiendo, ayudándoles a tomar una decisión más saludable en ese momento.



Aunque la IA puede ser una gran ayuda, también hay que tener cuidado en cómo la usamos. La privacidad es fundamental, ya que las personas que están luchando contra las adicciones comparten información muy personal. Es esencial proteger esa información y usarla solo para lo que realmente se necesita.

Además, la IA no puede sustituir el apoyo humano. Es una herramienta útil, pero la conexión humana, la empatía y el acompañamiento siguen siendo lo más importante en el proceso de recuperación.

Y, por último, no podemos olvidar que no todas las personas tienen acceso a la tecnología. Las soluciones basadas en IA deben ser accesibles para todos, para que nadie quede atrás en su camino hacia la recuperación.






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