Fotohistoria (REA)

Martina y su florecita.

Martina es una chica con síndrome de Williams. Es simpática, agradable y muy risueña.
Aunque también es una niña que no entiende la necesidad de cuidar sus dientes, sus manos o su cuerpo. No comprende por qué debe cuidar su higiene.
Su mamá siempre le riñe, pero Martina no entiende por qué tiene que ducharse todos los días o lavarse la cara al levantarse. Martina prefiere jugar y no perder el tiempo lavándose los dientes.

Hoy, la mamá de Martina ha tenido una 💡idea. En vez de reñirle, va a enseñarle por qué es importante cuidar su higiene. Esta vez lo hará mostrándole cómo ella se siente mejor desde que lo hace todos los días.

Martina estaba cansada y pensaba que, de nuevo, iba a escuchar la misma riña por no lavarse los dientes después de comer, pero para su sorpresa, no fue así.
Su mamá estaba tranquila y le contó una historia de cuando ella era pequeñita. Decía que a ella tampoco le gustaba lavarse los dientes o cuidar su higiene. Sentía que era una pérdida de tiempo, hasta que un día entendió lo importante que es cuidarse.
Su mamá le explicó que nosotros somos como una pequeña florecita que necesita ser regada y cuidada para poder florecer y estar bonita todos los días. Que nosotros somos el jardinero de nuestra propia florecita, y que debemos cuidar de ella. Para que crezca fuerte, hay que echarle agua, que en nuestro caso es ducharnos y mantenernos limpias. Pero también necesita sol, que en nuestro caso es disfrutar y jugar mucho. Hay tiempo para las dos cosas. El sol es tan importante como el agua para que una florecita esté bonita todos los días.

En ese momento, Martina comprendió lo importante que es cuidarse a diario para que su florecita nunca marchite. 🌷